Era el año 1978 cuando se convocan en Almagro las primeras Jornadas de Teatro Clásico Español siendo por aquel entonces Don Rafael Pérez Sierra el Director General de Teatro del Ministerio de Cultura, estas jornadas fueran convocadas con el objetivo de paliar la separación existente entre la escena y el mundo académico aunque el principal objetivo era sin duda revitalizar el teatro clásico español y fue un hecho fundamental el descubrimiento del Corral de Comedias y su restauración entre los años 1953 y 1962.

El éxito de las primeras jornadas fue tal que al año siguiente dieron lugar al Festival de Teatro Clásico de Almagro aunque a partir de 1980 de los quince espectáculos que había programados cinco de ellos se repartieron en otros espacios culturales, tendríamos que esperar al año 1981 para dotar a las jornadas de una mayor significación puesto que se celebró el tricentenario de la muerte de Calderón de la Barca lo que hizo que aumentaran los espectadores de forma considerable.

Sin embargo en el año 1984, con la creación del INAEM y gracias a la implicación del Director General de Música y Teatro, Don José Manuel Garrido y a una mayor participación de instituciones regionales y locales, al Festival se le dio un impulso económico definitivo lo que le posicionará como el mas importante de España.

En 1989 se establece Almagro como sede del museo dedicado a la historia del teatro español, la inagura el museo coincidiendo con la XIII Edición del Festival bajo la dirección de Don Andrés Peláez Martín, desde entonces un total de nueve directores de prestigio han asumido el reto, el compromiso y la responsabilidad de dirigir el Festival desde sus inicios: César Oliva, Rafael Pérez Sierra, Francisco José Mayans, Juan Pedro de Aguilar, Amaya de Miguel, Luciano García Lorenzo, Emilio Hernández y Natalia Menéndez.

El festival es un éxito sin precedentes de espectadores ya que una media de más de 50.000 personas, acuden cada año al Festival para asistir a representaciones, disfrutar de exposiciones, eventos y entregas de premios o asistir a talleres, conferencias, encuentros, jornadas u otras actividades sin olvidar la hospitalidad de los habitantes de Almagro a lo que hay que unir su diversa oferta gastronómica lo que hace que los asistentes al festival pasen unos días que no olvidarán.

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